FABRIZIO ARRIETA

Una Promesa de Aventura

solo exhibition
nov 14 / 2020 - ene 09 / 2021

Photos: Rapha Salazar

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Fabrizio Arrieta's work stands out for its deep reflexivity. Contrary to a certain pop gesture that was content to denounce the processes of serialization and massification, typical of late capitalism, Arrieta proposes to go further by emphasizing the type of subjectivity promoted by the current era of emptiness. Hence, his paintings always have as a backdrop a hedonistic culture that is permanently deconstructed in terms of its effects on bodies (omnipresent in his images of recent years) and psyches. That is why the "characters" of Arrieta (sometimes in pain, sometimes deformed, sometimes hardly representable) are always dislocated. It is as if on the back of his paintings (as it happens within a long pictorial tradition that encompasses both Bosco and Goya) the doubleness of our moral archetypes throbs. In a society of winners, Arrieta's paintings are an uncomfortable reminder of mendacity and the fallacies of comfort; in a society of abundance, paradoxically, we all lose on the inside. It seems as if one day, in Fabrizio's paintings, no more beings were going to inhabit but only confused promises of adventure.

- Camilo Retana

El trabajo de Fabrizio Arrieta destaca por su profunda reflexividad. A contramano de cierta gestualidad pop que se contentó con denunciar los procesos de serialización y masificación propios del capitalismo tardío, Arrieta se propone ir más allá enfatizando el tipo de subjetividad promovida por la actual era del vacío. De ahí que sus pinturas tienen siempre como telón de fondo una cultura hedonista que es permanentemente deconstruida en lo tocante a sus efectos sobre los cuerpos (omnipresentes en sus imágenes de los últimos años) y las psiques. Por eso los “personajes” de Arrieta (a veces adoloridos, a veces deformados, a veces a duras penas representables) se encuentran siempre dislocados. Es como si en el reverso de sus pinturas (tal y como ocurre dentro de toda una larga tradición pictórica que abarca tanto al Bosco como a Goya) palpitara el doblez de nuestros arquetipos morales. En una sociedad de winners, los cuadros de Arrieta constituyen un incómodo recordatorio de la mendacidad y las falacias del confort; en la sociedad de la abundancia, paradójicamente, todos perdemos por dentro. Tal parece como si un día, en los cuadros de Fabrizio, ya no fueran a habitar más seres sino tan solo confusas promesas de aventura.

- Camilo Retana